En la llamada "era digital" - comenzada a fines del siglo XX con la aparición de Internet, los or ese entonces allí nacidos, fueron reconocidos como "nativos digitales".
Se trataba de identificar a quienes serían usuarios de las tecnologías emergentes de esa Internet - la educación a distancia, el teletrabajo y el comercio electrónico -, y ellos plantearían el futuro. Y diferenciarlos de los nacidos con anterioridad, a los que se los llamaban "inmigrantes digitales".
La Argentina, que podía haber ingresado en ese sendero, tuvo diversos avatares, entre ellos, una particular caída en la calidad de la educación general, tanto primaria como secundaria, lo que nos hizo caer en un retraso en ese camino del conocimiento.
En este último periodo, el país se vio envuelto por el recrudecimiento de la pobreza y la consecuente caída del empleo, llevando a nuestros jóvenes a una nueva categoría, a la que heque denominadoo "desamparados digitales".
Llamo así, a quienes se están perdiendo la era del conocimiento, en la que el mundo digital se expande en las nuevas experiencias de Sistemas inteligentes y medios robóticos, entre otros.
Por diversas razones, las que en su mayoría tienen que ver con las falencias de las políticas educativas de los niveles señalados, en vez de abrazar los aprendizajes digitales, cada vez se alejan más de ese futuro de trabajo.
Por haber sido docente universitario en estos temas durante más de cincuenta años, no me preocupan aquellos profesionales y técnicos que se gradúan en el país. Son muy buenos, doy fe.
Me desvelan aquellos que serán los usuarios de tales tecnologías.
Si como se pretende, con un nueva visión a partir de 2023, en el país se disparase una expansión industrial, de no hacer nada, nos encontraremos conque careceríamos de operarios especializados en el manejo de aquellos elementos robóticos e inteligentes.
Deseo ser claro y ejemplificador: en Argentina no sólo necesitamos ingenieros y técnicos que nos creen y arreglen equipos tecnológicos y programen los procesos y sistemas.
Necesitamos también, y a muchos, operarios y usuarios capacitados.
Los que inventan y/o arreglan drones ya están en conocimiento, o se están capacitando. Es necesario capacitar ahora a quienes sean sus operadores.
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Esta era del conocimiento nos obliga a invertir rápido en aquellos que están tecnológicamente desamparados.
En pandemia todos tuvimos que aprender a teletrabajar y a estudiar a distancia, incluso a comprar y vender por vía elecreonica. Ahora debemos ayudar a nuestros jóvenes para que puedan ser protagonistas del avance del país que todos deseamos.
por Carlos Tomassino.
Presidente de Fundesco y Profesor Titular Consulto de la UTN Facultad Regional Buenos Aires.
Fue Decano de la Facultad de Tecnología de la Universidad de Belgrano y Direcotode Carrera en las
Universidades Caece y UTNBA.
